Libro: Rossana Reguillo

Los jóvenes son los protagonistas desde el siglo xx. Las primeras apariciones se dieron a fines de los 60 con los movimientos estudiantiles , pero a pesar de ser vistos como “rebeldes sin causa” manifestaban su voluntad de participar como actores políticos. Desde mediados de ese siglo el discurso decía que los jóvenes hacían esto por su “inocencia natural” según nos dice Reguillo, debido a que los mismos eran manipulados por los oscuros intereses internacionales. Cuando en los 70’ los jóvenes integraban los movimientos de resistencia eran llamados “guerrilleros”, pero con la derrota política que hubo en esta década la presencia de los jóvenes en los años 80 fue casi invisible. Desde entonces los jóvenes comenzaron a ser vistos como un “problema social”, haciéndolos responsables de la violencia y poniendo como factor común las drogas

A fines de los 80’ y principio de los 90’, los jóvenes eran llamados de diversas maneras bastantes despectivas y eran vistos como antisociales violentos y guerrilleros, y todos con un común denominador, el uso de drogas. Debido a esto los jóvenes  fueron considerados los enemigos del orden y de la sociedad y a si mismo uno de los principales problemas políticos.
Posteriormente en el siglo XXI comienza una crisis político-social y los jóvenes han señalado que el proyecto social no cumple con la promesa   de un futuro justo, incluyente para los mismos y sobre todo posible. Hay que recordar que vivimos en un continente habitado en su mayoría por jóvenes y por eso conocer la forma en que estos se integran a un mundo tensionado por conflictos y enfrentado a una globalización con sus propios valores para usarlos a beneficio de la sociedad